La ciudad de Llata es la capital de la Provincia de Huamalíes y se encuentra ubicada a 177 km de la ciudad de Huánuco (capital del departamento de Huánuco).
Esta ciudad es considerada la capital folklórica del departamento de Huánuco, debido a que las manifestaciones culturales, especialmente la música y la danza, tienen un lugar preferencial entre las manifestaciones culturales. Entre las danzas podemos mencionar: el Tuy Tuy, Rucu, Huanca, Chuncho, MamaRayhuana, Auga, Tatash, Turco, Pallas, Jija Rucu, Campish y Huarahua de Arancay.
Llata es una ciudad escondida en los Andes, está ubicada sobre una gran meseta panorámica y está rodeada por dos hermosos ríos: el Aco y el Tambos. Los dos ríos se unen al final de sus caminos y forman un nuevo y majestuoso río: el Taricay. Por el lado norte de la ciudad, el cerro Jirpún se alza como un gran gigante que cuida y proteje constantemente a la tranquila pero enérgica ciudad. Desde el Jirpún, se contemplan las casas, las calles, las chacras, y tantas construcciones hechas por las manos de los moradores de antaño y las de hoy.
Por los alrededores de la ciudad, millares de eucaliptos se yerguen como guerreros yarovilcas protegiendo y velando la integridad y bienestar de sus hijos. En las mismas entrañas de la ciudad, está el Paugar Wilca, un cerro pequeño que como otro gigante, vigila y observa soberbio a propios y extraños. También, desde el mismo Jirpún, se observa al frente, la cadena azulacea de montañas que dan paso al bravio Taricay que avanza raudo e incontenible hacia las entrañas mismas del gran río Marañon.
Esta ciudad es considerada la capital folklórica del departamento de Huánuco, debido a que las manifestaciones culturales, especialmente la música y la danza, tienen un lugar preferencial entre las manifestaciones culturales. Entre las danzas podemos mencionar: el Tuy Tuy, Rucu, Huanca, Chuncho, MamaRayhuana, Auga, Tatash, Turco, Pallas, Jija Rucu, Campish y Huarahua de Arancay.
Llata es una ciudad escondida en los Andes, está ubicada sobre una gran meseta panorámica y está rodeada por dos hermosos ríos: el Aco y el Tambos. Los dos ríos se unen al final de sus caminos y forman un nuevo y majestuoso río: el Taricay. Por el lado norte de la ciudad, el cerro Jirpún se alza como un gran gigante que cuida y proteje constantemente a la tranquila pero enérgica ciudad. Desde el Jirpún, se contemplan las casas, las calles, las chacras, y tantas construcciones hechas por las manos de los moradores de antaño y las de hoy.
Por los alrededores de la ciudad, millares de eucaliptos se yerguen como guerreros yarovilcas protegiendo y velando la integridad y bienestar de sus hijos. En las mismas entrañas de la ciudad, está el Paugar Wilca, un cerro pequeño que como otro gigante, vigila y observa soberbio a propios y extraños. También, desde el mismo Jirpún, se observa al frente, la cadena azulacea de montañas que dan paso al bravio Taricay que avanza raudo e incontenible hacia las entrañas mismas del gran río Marañon.
He visitado Llata este fin de semana y he quedado prendado de su belleza, sobre todo de su comida y de la hospitalidad.
ResponderEliminarM.Manuel Espinoza A.
Manuel, nos alegra que tu estadía en Llata haya sido gratificante. Sin duda tu comentario servirá de motivación para que otras personas se animen a visitar.
ResponderEliminaryarowilca@gmail.com